sábado, 26 de septiembre de 2009

La Fiesta del Chivo

Esta novela se publica en el año 2000. Por recomendación de una profesora de literatura, la leí en el tren que me llevaba por la sierra hacia un trabajo que me ocupó algunas tardes durante la primavera del 2002. Y me pareció entonces una novela prodigiosa, construida con una inteligencia bárbara.
Ahora la he leído de nuevo. Me apetecía leer algo que me garantizara el disfrute. Y la he saboreado con especial atención: el amargo de esta historia cruel se combina con el dulzón calor del Caribe.
¿Podría considerarse novela histórica? No sé. Lo que sí tengo claro es que Vargas Llosa entra de lleno en el capítulo de los grandes clásicos.
Igual que hizo aquella profesora de literatura, esta novela (¿o este documental?) la recomiendo a todos, para no olvidar las atrocidades que se cometen en las dictaduras, para eliminar el machismo, la violencia contra la mujer, la tortura sobre los que piensan de otra manera, y para aclarar que el patriotismo es buscar un futuro más digno y justo para todos, no para una minoría que inventa un escudo, una bandera y un himno propios, y hacen de la patria un coto de caza.