lunes, 20 de septiembre de 2010

El juego del ángel

Estaba en la lista de la compra desde que se publicó, pero no terminaba de decidir si comprarlo o no. Al final siempre me interesaba más algún otro. Cuando pasó el revuelo de las primeras semanas de su lanzamiento, y no estaba ya en la lista de lo más vendido, una amiga me comentó que lo había empezado y que le parecía muy interesante. Esto fue lo que finalmente me convenció. En las primeras páginas me quedé encantado: no es sólo una historia intrigante, además es muy agradable en las descripciones de los lugares, de los momentos, de los ambientes. Mantuvo mi atención durante varios días, luego decayó mi interés, quizás porque me resultaba reiterativo; luego se recuperó y volvió a ilusionarme. Y posteriormente estaba ya deseando de terminarlo. Me parece incluso que al autor le pasa lo mismo, que estaría desesperado buscando la forma de deshacer el tremendo barullo que había construido.