sábado, 23 de junio de 2012

Habitaciones cerradas

No recuerdo qué es lo que nos llevó a encargarlo en el Círculo de Lectores. Sería su reseña, que nos pareciera sugerente, o también que Barcelona fuera uno de sus principales personajes.
Lo leyó primero mi mujer, y en las noches de invierno, bajo las mantas, me decía: "Te va a encantar".
Comencé a leerlo a mediados del mes de mayo, y me ha tenido ocupado algo más de un mes (... este mes difícil de final de curso, de exámenes, correcciones, reuniones de evaluación). Mi cabeza agradecía ese rato de quietud del final del día, entre las páginas de Habitaciones cerradas, intentando descifrar la personalidad de Amadeo Lax Golorons.
Efectivamente, me ha encantado. Un recorrido por el siglo XX, la historia reciente de la ciudad de Barcelona, las tres generaciones de una familia burguesa catalana, el espiritismo, las voces de los fantasmas, los secretos escondidos en habitaciones tapiadas, el romanticismo, las luchas obreras... un edificio rematado por tejados puntiagudos en el Paseo de Gracia... esto es Habitaciones cerradas.
Mucho antes de terminarlo, ya lo recomendaba a mis amigos. Espero que sea un libro que aún dé mucho que hablar, porque Care Santos merece un mayor reconocimiento por este extraordinario trabajo.

miércoles, 13 de junio de 2012

La prosa: el auge de la novela

En el Renacimiento se produjo un importante desarrollo de la prosa. En prosa se escribieron obras didácticas destinadas a transmitir la ideología del momento, como es el caso de La perfecta casada, de Fray Luis de León. Y también se escribieron obras destinadas a justificar y recrear sucesos históricos importantes, tales como el saqueo de Roma por las tropas de Carlos I o la conquista de México por Hernán Cortés. Escritores como Alfonso de Valdés, con su obra Diálogo de las cosas acaecidas en Roma, o Bernal Díaz del Castillo, con su Historia verdadera de la conquista de Nueva España, pertenecen a esta corriente de prosa histórica que tanto éxito tuvo durante el Renacimiento.
Pero, sobre todo, la gran aportación del Renacimiento a la prosa fue el cultivo de la prosa de ficción, de modo que es en esta época, precisamente con el Lazarillo de Tormes, cuando aparece en España la novela moderna.


El Lazarillo de Tormes
En 1554 salió a la luz una novela radicalmente distinta de cuantas hasta entonces se habían escrito. Se trata de la Vida de Lazarillo de Tormes y de sus fortunas y adversidades.
El Lazarillo, de autor anónimo, presenta la novedad de tener como protagonista a un personaje de baja extracción social, a un "pícaro". Con esta novela nace la novela picaresca, un género característico de la literatura castellana que había de tener amplio desarrollo en el siglo XVII.


Argumento del Lazarillo: la trayectoria de un pícaro
El Lazarillo narra en forma autobiográfica la vida de Lázaro, un muchacho pobre que se ve obligado a servir a distintos amos para sobrevivir.
La obra se presenta como una carta dirigida a un Vuestra Merced, en la que el propio Lázaro cuenta los sucesos más destacados de su vida para explicar su situación en el momento en que escribe. Esta situación, identificada como el caso, es su posición desahogada como pregonero en Toledo a costa de permitir las relaciones de su mujer con el arcipreste, quien le mantiene en el cargo de pregonero.


Y pues Vuestra Merced escribe se le escriba y relate el caso muy por extenso, parescióme no tomalle por el medio, sino del principio, porque se tenga entera noticia de mi persona, y también porque consideren los que heredaron nobles estados cuán poco se les debe, pues Fortuna fue con ellos parcial, y cuánto más hicieron los que, siéndoles contraria, con fuerza y maña remando salieron a buen puerto.


Características del Lazarillo: los rasgos de la novela picaresca
En El Lazarillo aparecen por primera vez los rasgos característicos de la novela picaresca. Estos rasgos se refieren al protagonista, a la técnica narrativa y a la estructura.

  • El protagonista, o pícaro, es un personaje marginal, un ser marcado por el destino que se ve obligado a servir como mozo de varios amos. Es característico, además, que el pícaro evolucione a lo largo de la novela incorporando las experiencias positivas o negativas por las que pasa.
  • La técnica narrativa utilizada es la autobiográfica, lo que permite recoger la realidad desde el punto de vista del pícaro.
  • La estructura de la obra viene dada por la trayectoria vital del pícaro que le lleva a la posición final desde la que escribe. Y todos los episodios están organizados en función del final.
El estilo del Lazarillo: el realismo
Por oposición a las novelas de la época, de corte idealista, El Lazarillo presenta una visión realista del mundo: sus personajes son de carne y hueso y muchos de ellos se mueven, no por altos ideales, sino por intereses mezquinos. El realismo se manifiesta también en el hecho de enmarcar la acción en lugares concretos y bien conocidos por todos (Salamanca, Escalona, Toledo...).
Para reflejar esta visión del mundo, el autor utiliza un lenguaje sencillo y llano, próximo al usado por la gente del pueblo.

Verraco en el puente romano sobre
el río Tormes, Salamanca
Salimos de Salamanca, y llegando a la puente, está a la entrada de ella un animal de piedra, que casi tiene forma de toro, y el ciego mandóme que llegase cerca del animal, y allí puesto me dijo:
- Lázaro; llega el oído a ese toro y oirás gran ruido dentro dél.
Yo simplemente llegué, creyendo ser así. Y como sintió que tenía la cabeza par de la piedra, afirmó recio la mano y dióme una gran calabazada en el diablo del toro, que más de tres días me duró el dolor de la cornada y díjome:
- Necio, aprende que el mozo del ciego un punto ha de saber más que el diablo.

miércoles, 6 de junio de 2012

La literatura religiosa: la mística

El ambiente de exaltación religiosa que se vivió durante el reinado de Felipe II dio lugar a dos corrientes espirituales: la ascética y la mística.

  • La ascética es un camino de perfeccionamiento espiritual mediante la oración y el sacrificio que prepara el alma para recibir los dones que proceden de Dios.
  • La mística es un estado de perfeccionamiento espiritual en el que el alma percibe la presencia de Dios, recibe sus dones y acaba uniéndose con él.
Estas corrientes, y en especial la mística, dieron lugar a una literatura en prosa y en verso de gran calidad cuyas figuras más destacadas fueron Santa Teresa de Jesús y San Juan de la Cruz.
Teresa de Cepeda y Ahumada, nacida en Ávila, llevó una vida muy activa como reformadora de la Orden del Carmelo. Es, con San Juan, quien mejor ha sabido analizar la experiencia mística. Entre sus obras en prosa, destaca El castillo interior o Las moradas, que describe el alma como un castillo formado por muchas moradas, en cuyo centro tiene lugar la unión con Dios.
Santa Teresa escribe con un estilo llano y sencillo y con frecuencia alude a lo cotidiano para hacer comprender sus experiencias más elevadas.

San Juan de la Cruz
Juan de Yepes, San Juan de la Cruz, es considerado como el mejor poeta lírico de la literatura castellana. Nació en Fontiveros (Ávila) el año 1542. Siendo muy joven, ingresó en la Orden del Carmelo y conoció a Santa Teresa de Jesús, quien lo animó a reformar la rama masculina de la Orden. Pero en 1577, algunos frailes carmelitas que rechazaban la reforma lo encarcelaron en un convento de Toledo, de donde consiguió escapar al cabo de ocho meses descolgándose por una ventana. Poco después prosiguió su labor reformadora en Andalucía. Murió en Úbeda (Jaén) en 1591.

La obra de un místico: la más alta expresión del amor
Para San Juan, la poesía es un medio de comunicarse con Dios. Su poesía es la voz de un alma inflamada de amor divino y su tema es siempre el de la unión mística.
Aunque escribió diversas poesías en metros tradicionales y también obras en prosa, bastan tres poemas, escritos en liras, para situar a San Juan en la cima de la lírica española de todos los tiempos: Cántico espiritual, Noche oscura del alma y Llama de amor viva.
  • Cántico espiritual es un conjunto de cuarenta liras en las que se desarrolla un asunto alegórico: la esposa -que representa el alma- busca a su Amado -que representa a Dios- entre las criaturas de la naturaleza. Una vez que lo encuentra, la esposa y el Amado entablan un diálogo lleno de belleza que culmina con la unión mística.
  • Noche oscura del alma es un breve poema formado por ocho liras. En él se desarrolla el mismo tema que en el Cántico: el alma abandona su casa para ir al encuentro del amado.
  • Llama de amor viva es un poema de tan solo 24 versos centrados en la unión mística.
Estilo: la expresión simbólica de lo inefable
La experiencia mística es una experiencia sobrenatural y, por tanto, inefable, intraducible a palabras. Por eso, San Juan se ve obligado a recurrir a un lenguaje cargado de símbolos y paradojas: la Amada es el alma, el Amado es Dios, la llama es el amor, testigos de la unión mística son la música callada o la soledad sonora... Este lenguaje simbólico confiere a su poesía un gran poder de evocación.