domingo, 16 de octubre de 2011

Lope de Vega

Quizás sea Lope de Vega -"Fénix de los Ingenios", como le denominaron en su tiempo- uno de los casos más extraordinarios de la historia literaria tanto por su fecundidad como por su calidad en los más variados géneros. Recogió múltiples tradiciones anteriores y sembró semillas híbridas que produjeron frutos nuevos, en especial en la lírica y en el teatro. También lo es por su agitada vida amorosa, que estimula gran parte de su obra: "porque amar y hacer versos todo es uno".


Vida
Coetáneo del dramaturgo inglés William Shakespeare (1564-1616), el perfil biográfico de Félix Lope de Vega Carpio (Madrid, 1562-1635) resulta de sumo interés para el conocimiento de su obra, pues la conexión entre vida y poesía es más marcada que en otros escritores.
Nieto de orfebre e hijo de bordador, Lope, de formación más autodidacta que académica, tuvo por oficio secretario de la alta nobleza. En 1588, autor ya muy famoso, fue desterrado a Valencia por haber escrito unas sátiras contra su amada Elena Osorio ("Zaida", "Filis"), su marido y su familia, que eran conocidos actores. El mismo año, tras raptarla, se casa con Isabel de Urbina ("Belisa"), con quien vive felizmente en Valencia durante el destierro. Viudo y ya en Madrid, volvió a casarse con Juana de Guardo en 1598, aunque mantenía relación con la actriz Micaela de Luján ("Camila Lucinda"), con quien tuvo varios hijos. En 1614 se ordenó sacerdote tras la muerte de su mujer y de su hijo Carlos Félix. No obstante, desde 1616 vivió y tuvo una hija con Marta de Nevares ("Amarilis", "Marcia Leonarda", "Dorotea"), joven casada que murió ciega y loca. Tres años después que ella, falleció el poeta ejemplarmente, según relata su amigo Pérez de Montalbán en la biografía panegírica.


La época de Lope
Lope se encontró con un momento literario extraordinariamente favorable. La lengua poética se había enriquecido con las aportaciones de Fernando de Herrera, que abrían el camino a la compleja poesía gongorina; el romance presentaba numerosas posibilidades de difundir temas nuevos, como los pastoriles y moriscos; la épica era el género más apreciado; en narrativa había una amplia gama de modelos, como la novela picaresca, la bizantina o de aventuras, la pastoril o la novela corta; y el teatro comenzaba a adquirir una función social inusitada gracias a la aparición de los corrales de comedias.
Abordó Lope la práctica totalidad de los géneros literarios de su tiempo. Desde la épica, que tanto admiró, hasta el género epistolar. En todos fue realmente excepcional y, además, abundante, de manera especial en el dramático.