El jilguero
El jilguero, de Donna Tartt, fue el regalo de mi pasado cumpleaños. Con él he ocupado mis lecturas de la noche desde finales de agosto hasta ahora, y tanto tiempo lo que muestra es el poco entusiasmo que me ha despertado. No resulta una historia atractiva en su desarrollo, sino más bien monótona, e incluso confusa. Sí es verdad que los personajes son atractivos y la novela está elaborada con un lenguaje poderoso, pero esto no es suficiente para darle agilidad o ritmo en la lectura.