Sefarad fue un regalo de Papá Noel, en las navidades de 2013. Todo lo que he leído de Antonio Muñoz Molina siempre me ha gustado mucho. Así que en esta obra tenía depositado un gran entusiasmo. Pero me encontré con que no es una novela, sino una recopilación de relatos, y no es éste precisamente un género de mi devoción.
Ahora lo he rescatado y lo he disfrutado. Está escrito con un lenguaje sincero, pulcro, con la belleza propia de un gran escritor. Nos habla de persecuciones, de huidas, de exclusión, de personas desarraigadas por cuestiones políticas o sociales, de intolerancia... mil caminos y mil vidas repetidas a lo largo de la historia de la humanidad.