sábado, 22 de abril de 2023

Víctor del Árbol

Nacido en 1968 en Barcelona, hijo de inmigrantes. Fue seminarista durante cinco años y posteriormente estudió Historia en la Universidad de Barcelona. Ha trabajado como mosso d'escuadra y como locutor de radio.


Publicó en 2006 su primera novela, El peso de los muertos, pero fue con La tristeza del samurai (2011) cuando consigue un reconocimiento internacional. Posteriormente, en 2014 publica una de sus novelas más conocidas, Un millón de gotas.


Con La víspera de casi todo ganó el Premio Nadal en 2016. 

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25/03/2023 - 18/04/2023
LA VÍSPERA DE CASI TODO

La mujer le lanzó una mirada inquisitiva. Su instinto, fortalecido por la experiencia de ver a ciertos de viajantes de todos las calañas, le decía que no debía aceptar a aquella inquilina.
—Tu cara me resulta familiar. —Pasó de improviso al tuteo, lo cual desconcertó a Paola—. ¿Has estado aquí antes?
Paola negó con la cabeza. Dolores la observó con un poco más de atención.
—De todos modos, necesito tu DNI y una tarjeta de crédito. La identidad es para el registro que nos pide la policía —justificó con desidia— y la tarjeta, por si rompes algo o se te ocurre marcharte sin pagar.
La petición sobresaltó a Paola.
—Puedo pagar en metálico, por adelantado. —Sacó del bolsillo de la falda un billete arrugado de quinientos euros—. ¿Será suficiente?
Dolores enarcó una ceja.
—La noche son veinte euros, guapa. Haz tú misma la suma. Con eso tienes para pasar aquí media vida, y no creo que sea eso lo que quieres.
Paola le tendió el billete y Dolores lo examinó al trasluz, como si quisiera cerciorarse de que no era falso.
—No se ven muchos de estos... De todas formas, tendrás que registrarte.
Paola dijo que le habían robado el bolso en un área de descanso de la autopista del Norte. Había perdido toda la documentación y todavía no había tenido tiempo de interponer la denuncia.
«Otra mentira», pensó Dolores guardando, sin embargo, el billete.
—Ya solucionaremos eso. —Se acercó a una caja de baquelita que había en uno de los estantes y regresó con dos llaves—. Esta es la llave del apartamento, en el tercer piso, y esta, la de la puerta principal. Hay un horario para las comidas, aunque, si lo prefieres, puedes comprar algo en el pueblo. No queda lejos, a unos diez minutos a pie. En el apartamento tienes una pequeña cocina de gas. Por aquí solo hay un restaurante, pero en esta época está cerrado. Así que, si te apetece probar la gastronomía local, tendrás que conformarte con O Cafeto. Es el bar de pescadores.
—Comprendido —dijo Paola, sosteniendo su bolsa de viaje entre las manos, con la expresión inquieta.
Dolores volvió a escuchar la llamada de alerta en su cabeza.
—No causarás problemas, ¿verdad?
Paola negó como una niña aplicada.
—No, por supuesto. Solo estoy de paso.
Dolores esbozó una risita que mostró sus dientes. En alguna parte de aquel rostro descreído y sin cuidar aún quedaban vestigios de una mujer guapa.
—Todos estamos de paso, querida.

Fecha de publicación original: 2016
Comprado en Amazon.es para Kindle (1,42€)
Primera edición en libro electrónico: Febrero de 2016

★★★★

La estructura temporal de este libro es su clave principal, a mi modo de ver. Todo ocurre en unas semanas de verano, pero permanentemente cada uno de los personajes de la novela se están trasladando a otros tiempos, a unos meses atrás o a unos años atrás, o a toda una vida anterior. Es necesario tener un buen control de los tiempos para entender la historia.
Cuando llevaba aproximadamente un 75% de la novela, decidí continuar hasta el final, pero volver a empezarla de nuevo desde el principio. Como ya me pasó con Un millón de gotas, tuve que hacer una relectura para controlar mejor los tiempos narrativos.
En la segunda lectura me entusiasmé mucho más, porque hacía siempre un esfuerzo de concentración en el tiempo concreto que se estaba contando. Tanto fue así que se la recomendé a mi pareja, y cuando ella me preguntó de qué va la historia, entonces fue cuando caí en la cuenta: todos vivimos un día que se convierte en la víspera de casi todo lo demás.

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