viernes, 14 de agosto de 2015

Estoy mucho mejor

David Foenkinos es una apuesta segura. Por eso cuando encontré en edición de bolsillo Estoy mucho mejor, me lo compré como lectura de verano. No sólo me ha acompañado en las tardes de piscina, sino también en las noches calurosas de este agosto.
En diversos pasajes tenía la sensación de que Foenkinos estaba hablando de mí: creo que éste es el acierto de la novela, que nos podemos sentir todos identificados con su protagonista y con esos sentimientos de querer terminar con todo y empezar de cero, o con ese momento de la vida en que sientes que tus hijos ya no te necesitan y te dejan abandonado...
Por otro lado, hay al mismo tiempo otras situaciones en la historia especialmente divertidas que permiten distanciarte de ti mismo y volver a encontrarte que están hablando de un personaje de ficción. 

martes, 11 de agosto de 2015

El vasco

El vasco es la única lengua no indoeuropea de la Península Ibérica. Sus orígenes no han sido explicados satisfactoriamente, aunque son dos las teorías más barajadas: que posea un origen común con las lenguas caucásicas o que pertenezca al grupo de las lenguas camíticas africanas.
En la actualidad el euskera se habla en Vizcaya y Guipúzcoa, en una pequeña parte de Álava, en el noroeste de Navarra y en una zona del departamento francés de los Bajos Pirineos. El número de hablantes es de unos seiscientos mil, y casi todos son bilingües.

1. Evolución histórica
Desde sus orígenes, y debido a sus peculiaridades, el vasco ha sido una lengua circunscrita prácticamente al ámbito familiar. A partir del siglo XIX, los especialistas, entre los que cabe destacar a Koldo Michelena, han intentado una cierta sistematización y organización de la lengua que permitiera su estudio. De este intento nació el batúa, forma normativa delimitada a partir de los distintos dialectos, que se estudia en las escuelas y se utiliza habitualmente en la vida pública. Después de una etapa de prohibición tras la Guerra Civil, la Constitución de 1978 garantiza su uso y respeto. Gracias a las políticas de normalización, al conocimiento que del idioma disfrutan los jóvenes y al cultivo literario que han llevado a cabo autores como Xavier de Lizardi o Gabriel Aresti, el euskera va adquiriendo una creciente estimación social como seña de identidad del pueblo vasco.

2. El vasco y sus dialectos
El vasco es un idioma aglutinante, esto es, posee morfemas para expresar las relaciones fundacionales y semánticas de la lengua. De sus características destacaremos:
  • Sistema vocálico similar al castellano.
  • Sistema consonántico similar al castellano, con algunos fonemas diferentes (b- aspirada; dos palatales: x, tx, etc.).
  • Acento variable, según la estructura e intención de la frase (excepto en el suletino).
  • Presencia de catorce casos en la declinación y aglutinación de sufijos para establecer las relaciones gramaticales: etxe (casa), etxea (la casa); etxe berri (casa nueva), etxe berria (la casa nueva).
En el léxico, ha recibido un notable influjo de las lenguas romances, si bien él mismo ha dejado restos en el castellano (izquierda, chabola, etc.).
Las variedades dialectales del vasco son, según descubrió en 1863 Luis Luciano Bonaparte, las siguientes:
- En España, vizcaíno, guipuzcoano, alto-navarro septentrional y alto-navarro meridional.
- En Francia, labortano (San Juan de Luz), bajo-navarro occidental, bajo-navarro oriental (en la Navarra francesa, perteneciente al departamento de los Bajos Pirineos) y suletino (en Mauleon y alrededores).

lunes, 10 de agosto de 2015

El gallego

Tanto el gallego como el portugués moderno proceden del gallego-portugués, lengua románica que se formó en el noroeste peninsular. En la actualidad se habla gallego en Galicia, una pequeña franja de Asturias, el Bierzo (León) y Sanabria (Zamora). Teniendo en cuenta a los emigrantes que aún lo conservan, el número de hablantes del gallego ronda los tres millones, la mayor parte de los cuales es bilingüe.

1. Evolución histórica
Durante la dominación árabe, este primitivo dialecto latino se aisló del resto de la península y mantuvo un fuerte influjo de las lenguas celtas que se hablaban en su territorio. En la época de la Reconquista extendió su dominio hacia el sur (hasta Coimbra y Lisboa), donde confluyó con los dialectos mozárabes: surgió así el denominado gallego-portugués, que se mantendría unitario hasta fines del siglo XIV.
De estos siglos (del XI al XV) data la lírica gallego-portuguesa, cultivada por infinidad de autores (Martín Códax, Macías, Alfonso X, Juan II) y recogida en los Cancioneros (d'Ajuda, da Vaticana, de Baena...).
A partir del siglo XV deja de cultivarse la literatura en gallego-portugués por la diferenciación en dos lenguas de este primer dialecto lativo (el gallego y el portugués); las razones son fundamentalmente políticas, pero también sociales: Portugal se siente, desde entonces, independiente. Poco después de conseguir esta independencia, Portugal acometerá la difícil empresa de la conquista de los nuevos territorios americanos, lo que le permitirá en el siglo XVI colonizar el actual Brasil.
El gallego, entre tanto, sufre la dominación castellana: la lengua autóctona se circunscribe al uso popular mientras que el español se convierte en lengua de prestigio.
Esta situación se mantiene hasta el siglo XIX, cuando el movimiento nacionalista denominado Rexurdimento anima al uso del gallego como lengua culta y literaria. Si a esto se añaden la celebración de los Juegos Florales (1861) y el interés de autores como Eduardo Pombal, Rosalía de Castro o Curros Enríquez, se entenderá este renacer de la lengua gallega.
La Real Academia Galega y el Instituto da Lengua Galega de la Universidad de Santiago, además de la labor de autores como Castelao, Celso Emilio Ferreiro o Álvaro Cunqueiro, garantizan el proceso de normalización lingüística y cultural que la Constitución española recoge en varios de sus artículos.

 2. El gallego y sus dialectos


Algunas de las características fundamentales del gallego son:
  • Conservación de  f- inicial latina: figueira (higuera).
  • No diptongación de e, o latinas: pedra (piedra).
  • Permanencia de diptongos latinos ai, ei, ou: touro (toro).
  • Palatalización de ll-: chama (llama).
  • Caída de -l-, -n- intervocálicas: lua (luna).
  • Geada o pronunciación de g como j: "crejo" por crego (clérigo).

sábado, 8 de agosto de 2015

El catalán

El catalán surgió por evolución del latín vulgar en el antiguo Principado de Cataluña. Durante la Reconquista extendió sus dominios hacia el sur (antiguo reino de Valencia) y hacia el este mediterráneo (Islas Baleares). Fruto de esta expansión aún perdura un núcleo de lengua catalana en la isla de Cerdeña (el Alguer). Por tanto, el catalán se habla actualmente en Cataluña (exceptuando el Valle de Arán, donde se habla el aranés), en los valles de Andorra, en el Rosellón (Francia), en la zona oriental de Aragón, en el País Valenciano, en las Islas Baleares y en el Alguer. El número total de hablantes se calcula en siete millones y medio, la mayor parte de ellos bilingües.

1. Evolución histórica del catalán
Desde el asentamiento romano, el latín vulgar fue evolucionando en esta zona de forma paralela a como lo hizo en los demás territorios de conquista romana; entre los siglos VI y XI el originario territorio catalán sufre el dominio carolingio y, años más tarde, después de su independencia, se extiende por el sudeste peninsular y por el Mediterráneo siguiendo una política de expansión territorial propia de los comienzos de la Edad Moderna.
Desde el siglo XV y hasta el XVII, el catalán es lengua oficial de la Confederación Catalano-Aragonesa, si bien aparece un incipiente influjo castellano en la vida administrativa a partir del siglo XVI en el antiguo reino de Valencia que va menguando la libertad del catalán como lengua institucional.
Con la llegada al trono de España de Felipe V después de la Guerra de Sucesión, las posibilidades de igualdad lingüística entre castellano y catalán se reducen: el Decreto de Nueva Planta es el comienzo de una fuerte represión contra el pueblo y contra su idioma. El catalán deja de ser lengua oficial y el castellano se impone en estos territorios a lo largo de los siglos XVII y XVIII.
En la segunda mitad del XIX, y gracias al movimiento cultural denominado Renaixença, se inicia un proceso de normalización lingüística que culminará con las modernas normas de Pompeu Fabra (Normes ortogràfiques, Gramática normativa, 1918) y con el Diccionari general de la llengua catalana (1932).
Al finalizar la Guerra Civil (1936-1939) el franquismo prohibió el uso de las lenguas autóctonas, por lo que el catalán y su cultura sufrieron un serio revés. Hasta la promulgación de la actual Constitución (1978) no se normalizó nuevamente su uso: hoy en día está reconocida como oficial, del mismo modo que las demás lenguas, en las Comunidades donde su uso es mayoritario.
Son numerosos los autores que han dado al catalán obras fundamentales. Desde Ausias March en la lírica, o Joanot Martorell y Martí Joan de Galba, autores del Tirant lo Blanc, y Raimon Llull en la prosa medievales; hasta Joan Maragall, Costa i Llobera, Salvador Espriu, Pere Gimferrer o Mercè Rodoreda -por poner sólo unos ejemplos-, la literatura catalana ha mantenido siempre su vigor y calidad.

2. El catalán y sus dialectos
Los dialectos del catalán son dos: el catalán oriental (Girona, Barcelona, noreste de Tarragona, Islas Baleares, Rosellón y Alguer) y el catalán occidental (Lleida, Andorra, este de Aragón, este de Tarragona y País Valenciano).
Algunas de las características de esta lengua son:
- Sistema con vocales breves y largas que diferencian significados: dona / dóna (da -del verbo "dar" / señora).
- Ausencia de diptongación de vocales breves tónica e, o latinas: terra (tierra); bona (buena).
- Conservación de f- inicial latina: ferida (herida).
- Conservación de pl-, cl-, fl-: plorar, clau, flama (llorar, llave, llama).
- Palatalización de l- > ll-: lluna, llum (luna, luz).
- Mantenimiento de oclusivas sordas: veritat (verdad).