lunes, 10 de agosto de 2015

El gallego

Tanto el gallego como el portugués moderno proceden del gallego-portugués, lengua románica que se formó en el noroeste peninsular. En la actualidad se habla gallego en Galicia, una pequeña franja de Asturias, el Bierzo (León) y Sanabria (Zamora). Teniendo en cuenta a los emigrantes que aún lo conservan, el número de hablantes del gallego ronda los tres millones, la mayor parte de los cuales es bilingüe.

1. Evolución histórica
Durante la dominación árabe, este primitivo dialecto latino se aisló del resto de la península y mantuvo un fuerte influjo de las lenguas celtas que se hablaban en su territorio. En la época de la Reconquista extendió su dominio hacia el sur (hasta Coimbra y Lisboa), donde confluyó con los dialectos mozárabes: surgió así el denominado gallego-portugués, que se mantendría unitario hasta fines del siglo XIV.
De estos siglos (del XI al XV) data la lírica gallego-portuguesa, cultivada por infinidad de autores (Martín Códax, Macías, Alfonso X, Juan II) y recogida en los Cancioneros (d'Ajuda, da Vaticana, de Baena...).
A partir del siglo XV deja de cultivarse la literatura en gallego-portugués por la diferenciación en dos lenguas de este primer dialecto lativo (el gallego y el portugués); las razones son fundamentalmente políticas, pero también sociales: Portugal se siente, desde entonces, independiente. Poco después de conseguir esta independencia, Portugal acometerá la difícil empresa de la conquista de los nuevos territorios americanos, lo que le permitirá en el siglo XVI colonizar el actual Brasil.
El gallego, entre tanto, sufre la dominación castellana: la lengua autóctona se circunscribe al uso popular mientras que el español se convierte en lengua de prestigio.
Esta situación se mantiene hasta el siglo XIX, cuando el movimiento nacionalista denominado Rexurdimento anima al uso del gallego como lengua culta y literaria. Si a esto se añaden la celebración de los Juegos Florales (1861) y el interés de autores como Eduardo Pombal, Rosalía de Castro o Curros Enríquez, se entenderá este renacer de la lengua gallega.
La Real Academia Galega y el Instituto da Lengua Galega de la Universidad de Santiago, además de la labor de autores como Castelao, Celso Emilio Ferreiro o Álvaro Cunqueiro, garantizan el proceso de normalización lingüística y cultural que la Constitución española recoge en varios de sus artículos.

 2. El gallego y sus dialectos


Algunas de las características fundamentales del gallego son:
  • Conservación de  f- inicial latina: figueira (higuera).
  • No diptongación de e, o latinas: pedra (piedra).
  • Permanencia de diptongos latinos ai, ei, ou: touro (toro).
  • Palatalización de ll-: chama (llama).
  • Caída de -l-, -n- intervocálicas: lua (luna).
  • Geada o pronunciación de g como j: "crejo" por crego (clérigo).