sábado, 8 de agosto de 2015

El catalán

El catalán surgió por evolución del latín vulgar en el antiguo Principado de Cataluña. Durante la Reconquista extendió sus dominios hacia el sur (antiguo reino de Valencia) y hacia el este mediterráneo (Islas Baleares). Fruto de esta expansión aún perdura un núcleo de lengua catalana en la isla de Cerdeña (el Alguer). Por tanto, el catalán se habla actualmente en Cataluña (exceptuando el Valle de Arán, donde se habla el aranés), en los valles de Andorra, en el Rosellón (Francia), en la zona oriental de Aragón, en el País Valenciano, en las Islas Baleares y en el Alguer. El número total de hablantes se calcula en siete millones y medio, la mayor parte de ellos bilingües.

1. Evolución histórica del catalán
Desde el asentamiento romano, el latín vulgar fue evolucionando en esta zona de forma paralela a como lo hizo en los demás territorios de conquista romana; entre los siglos VI y XI el originario territorio catalán sufre el dominio carolingio y, años más tarde, después de su independencia, se extiende por el sudeste peninsular y por el Mediterráneo siguiendo una política de expansión territorial propia de los comienzos de la Edad Moderna.
Desde el siglo XV y hasta el XVII, el catalán es lengua oficial de la Confederación Catalano-Aragonesa, si bien aparece un incipiente influjo castellano en la vida administrativa a partir del siglo XVI en el antiguo reino de Valencia que va menguando la libertad del catalán como lengua institucional.
Con la llegada al trono de España de Felipe V después de la Guerra de Sucesión, las posibilidades de igualdad lingüística entre castellano y catalán se reducen: el Decreto de Nueva Planta es el comienzo de una fuerte represión contra el pueblo y contra su idioma. El catalán deja de ser lengua oficial y el castellano se impone en estos territorios a lo largo de los siglos XVII y XVIII.
En la segunda mitad del XIX, y gracias al movimiento cultural denominado Renaixença, se inicia un proceso de normalización lingüística que culminará con las modernas normas de Pompeu Fabra (Normes ortogràfiques, Gramática normativa, 1918) y con el Diccionari general de la llengua catalana (1932).
Al finalizar la Guerra Civil (1936-1939) el franquismo prohibió el uso de las lenguas autóctonas, por lo que el catalán y su cultura sufrieron un serio revés. Hasta la promulgación de la actual Constitución (1978) no se normalizó nuevamente su uso: hoy en día está reconocida como oficial, del mismo modo que las demás lenguas, en las Comunidades donde su uso es mayoritario.
Son numerosos los autores que han dado al catalán obras fundamentales. Desde Ausias March en la lírica, o Joanot Martorell y Martí Joan de Galba, autores del Tirant lo Blanc, y Raimon Llull en la prosa medievales; hasta Joan Maragall, Costa i Llobera, Salvador Espriu, Pere Gimferrer o Mercè Rodoreda -por poner sólo unos ejemplos-, la literatura catalana ha mantenido siempre su vigor y calidad.

2. El catalán y sus dialectos
Los dialectos del catalán son dos: el catalán oriental (Girona, Barcelona, noreste de Tarragona, Islas Baleares, Rosellón y Alguer) y el catalán occidental (Lleida, Andorra, este de Aragón, este de Tarragona y País Valenciano).
Algunas de las características de esta lengua son:
- Sistema con vocales breves y largas que diferencian significados: dona / dóna (da -del verbo "dar" / señora).
- Ausencia de diptongación de vocales breves tónica e, o latinas: terra (tierra); bona (buena).
- Conservación de f- inicial latina: ferida (herida).
- Conservación de pl-, cl-, fl-: plorar, clau, flama (llorar, llave, llama).
- Palatalización de l- > ll-: lluna, llum (luna, luz).
- Mantenimiento de oclusivas sordas: veritat (verdad).