sábado, 8 de agosto de 2009

La elegancia del erizo

Muriel Barbery es profesora de filosofía, y seguramente sus enseñanzas están en esta novela, tratadas con ironía y con ternura.
Sólo podrás decir que este libro te gusta o no si lo terminas. El preámbulo y la primera parte son muy extraños, pero divertidos; te sitúa, te presenta a los personajes centrales, sus neuras, reflexiones... pero no lo puedes dejar, porque entonces te pierdes lo mejor.
Paloma, la niña adolescente superdotada, descubre el sentido de la vida: ayudar a los demás, y por eso decide ser de mayor médico o escritora.
Renée, la portera que poco tiene de portera, descubre que estaba equivocada: los prejuicios no son irrompibles.
Y el señor Ozu, la pieza clave que todo lo trastoca, descubre en el erizo su elegancia interior.