miércoles, 13 de enero de 2010

Millennium II - La chica que soñaba con una cerilla y un bidón de gasolina

Estas vacaciones últimas de Navidad las he pasado con este libro en la mesita de noche. Me ha resultado bastante entretenida y ágil esta segunda parte de Millenium. Por lo general, no me resulta fácil leer un libro si hay gente alrededor hablando, menos aún delante del televisor ... Pero en este caso, sí he sido capaz, fundamentalmente por dos razones:
1.- Es sencillo de leer, con diálogos rápidos, sin demasiadas complicaciones ni en la trama ni en las descripciones.
2.- Me ha atrapado la historia, acaparaba pues mi atención y no me distraían otros asuntos.
Cuando terminaron las vacaciones, he seguido con la lectura en el tren, a la ida y a la vuelta, venciendo el sueño de las siete de la mañana, y venciendo también las distracciones de las conversaciones de los compañeros de viaje. Todo esto viene a confirmar lo que me ha gustado. Sin embargo, ahora que tengo que escribir en esta mi bitácora las reflexiones oportunas acerca de su lectura, me surge una decepción: al final, no se habla de tráfico de blancas, no se hace justicia sobre tantas adolescentes violadas, maltratadas o incluso asesinadas. ¿Nos lo encontraremos en la tercera parte?
Lo más interesante, la construcción completa de la historia de Lisbeth, su infancia, sus obsesiones, su odio hacia los hombres que no aman a las mujeres. Podría haberse titulado así: La chica que odiaba a los hombres que no amaban a las mujeres.