La tercera parte ha sido más interesante conforme han ido pasando las páginas. Le costaba arrancar, me resultaba repetitivo... Consiguió engancharme cuando se inicia el acoso hacia Erika Berger. Y remata con un episodio brutal, que hace honor al eje de toda la trilogía: la violencia hacia las mujeres.
Seguramente volveré a leer los tres episodios, para captar quizás mejor aquellos detalles que pudieran quedar más sueltos.