sábado, 10 de diciembre de 2011

Juan Ruiz, Arcipreste de Hita

Arco de entrada a la Plaza Mayor, ciudad de Hita (Guadalajara)


A pesar de los numerosos estudios realizados, la figura de Juan Ruiz sigue siendo un enigma. Seguramente nació en Alcalá de Henares a finales del siglo XIII y desempeñó en Hita el cargo de arcipreste. Algunos investigadores afirman que Juan Ruiz estuvo preso, ya que él mismo en su libro pide ayuda a Dios para salir de la prisión en que se encuentra.


Señor, que a los judíos,     pueblo de perdición,
libraste del muy duro     poder del Faraón,
y sacaste a Daniel     del pozo babilón,
sácame a mí, cuitado;     de esta mala prisión.
(versión modernizada de Nicasio Salvador Miguel)


Esta interpretación literal del término "prisión" se ve reforzada por la nota que el copista añadió al final de la obra, en la que dice:


Éste es el libro del Arcipreste de Hita, el cual compuso estando preso por mandato del cardenal don Gil, Arzobispo de Toledo.


Otros investigadores, sin embargo, discrepan de esta interpretación y consideran que la prisión de la que habla Juan Ruiz es tan solo una metáfora con la que se referiría a su alma presa del pecado.
Aunque existen escasos datos sobre su vida, la obra de Juan Ruiz nos permite al menos forjarnos una idea sobre la personalidad de su autor. Atendiendo al texto nos encontramos frente a un clérigo alegre y vitalista, que trata sobre asuntos mundanos y en ocasiones critica a las instituciones religiosas.


La crisis del siglo XIV
El siglo XIV supone un momento de crisis y de quiebra del sistema feudal en todo el Occidente europeo. La literatura del momento parece contagiarse de ese ambiente de crisis y decadencia, y produce obras de escaso valor. Ahora bien, junto a esas obras menores encontramos escritores que reaccionan satíricamente ante la situación del momento. Éste es el caso del canciller López de Ayala, quien, en el libro Rimado de Palacio, critica a la Iglesia, a la Administración y a todos cuantos se benefician de la guerra, y también el caso de Juan Ruiz.
El Arcipreste nos ofrece en el Libro de buen amor la particular visión de un clérigo ante un mundo que se desmorona por la llegada de nuevos valores. El Libro se convierte así en una auténtica sátira de la sociedad, encubierta bajo la apariencia de un simple tratado amoroso.
Desde el punto de vista literario, cuando Juan Ruiz escribe su obra coexisten dos tendencias diferentes: el mester de clerecía y el mester de juglaría. La obra del Arcipreste de Hita, aunque pertenece a la corriente del mester de clerecía, se beneficia literariamente de las dos, tomando algunos elementos de cada una de ellas:

  • Del mester de juglaría toma la utilización de procedimientos propios de los juglares como es el hecho de dirigirse directamente a su público, para ganarse su confianza y su aprobación:
Señores, si queréis     oír un buen solaz,
escuchad el romance,     sosegaos en paz,
pues no os diré mentira     en cuanto aquí, en él, yaz,
porque por todo el mundo     se practica y se haz.
  • Del mester de clerecía toma el uso de la cuaderna vía, la utilización de obras latinas como fuente de inspiración para sus textos o la tradición de componer obras dedicadas a la Virgen.
El resultado de esta mezcla de elementos es una obra de síntesis, considerada hoy la mejor producción literaria escrita en castellano durante el siglo XIV.