lunes, 15 de julio de 2013

La prosa barroca

En el siglo XVI la prosa se convirtió en el medio idóneo para la difusión del pensamiento político, filosófico y moral de la época. Autores como Quevedo y Gracián cultivaron este tipo de prosa doctrinal en obras en las que vertieron la visión pesimista del mundo propio del Barroco.
En cuanto a la prosa de ficción, el género característico de la época es la novela picaresca, género al que pertenecen el Guzmán de Alfarache, de Mateo Alemán, y El Buscón, de Quevedo.

BALTASAR GRACIÁN 1601 - 1658
Baltasar Gracián
Gracián es, con Quevedo, una de las figuras cumbre del conceptismo. Nacido en Belmonte de Calatayud (Zaragoza) el año 1601, profesó muy joven en la Orden de los Jesuitas, y permaneció en ella hasta su muerte, a pesar de haber sido acusado de publicar "obras poco serias y muy alejadas de su profesión".
Los escritos de Gracián reflejan una concepción profundamente pesimista de la naturaleza humana. Para él, el mundo se mueve por el odio y la rivalidad, y en la dura lucha por sobrevivir en una sociedad insolidaria, el ser humano sólo cuenta con la inteligencia, la voluntad, la prudencia y la discreción.

El Criticón
La obra maestra de Gracián es El Criticón, una sátira de las costumbres de la sociedad de su tiempo en la que el autor trata con agudeza y acierto los grandes temas de la vida humana.
Una sencilla trama alegórica sirve de marco para la exposición de las ideas: Critilo es un náufrago al que salva Andrenio, un hombre que vive en estado salvaje en la isla de Santa Elena. Critilo enseña a hablar a Andrenio y juntos viajan por diversos lugares hasta llegar a la isla de la Inmortalidad. Los dos personajes encarnan la razón frente a la naturaleza: Critilo es juicioso y prudente mientras que Andrenio es un ser ingenuo que se deja engañar por la apariencia de las cosas. Al final se impone la visión de Critilo, la razón y la inteligencia frente a la naturaleza y el instinto.
Como buen conceptista, Gracián es un prosista muy agudo e ingenioso. Su prosa, llena de juegos de palabras, es densa y concisa, de acuerdo con su lema: "Lo bueno, si breve, dos veces bueno".