sábado, 12 de abril de 2014

El Modernismo

Casi todos los movimientos literarios nacen por rechazo de algún elemento de los estilos precedentes. De este modo nace el Modernismo, como reacción al gesto excesivo y a la retórica estridente y vacía del Romanticismo. Esto requería la creación de otro lenguaje, otros medios expresivos, otra voz; en definitiva, otro estilo.
Habitualmente se clasifica a los escritores españoles que comienzan su labor literaria muy a finales del XIX en dos tendencias: el Modernismo y la Generación del 98, dos movimientos de difícil separación, ya que los dos representan una reacción frente al positivismo materialista imperante, y hay autores que participan de ambos.
Se denomina Modernismo a la tendencia poética hispanoamericana aportada a España por un poeta nicaragüense, Rubén Darío. Consistía ésta en un movimiento de exaltación del amor y de la fe, de la fantasía y del ensueño, elementos recogidos por Rubén Darío en su contacto con el simbolismo francés, y que cambiará la línea poética del siglo XX español.

Características del Modernismo
  1. Culto a la belleza, como reacción a lo vulgar y a lo prosaico cotidiano.
  2. Tono aristocrático y refinado, frente al tono burgués anterior.
  3. Expresión de la pura intimidad del sentimiento por reacción a la excesiva observación de la realidad.
  4. Lugares exóticos, por contraposición a la invasión de lugares habituales y comunes.
  5. Lenguaje sonoro, que busca el efecto rítmico y el color, con matices brillantes para los temas grandiosos, y con colores atenuados, apagados, para estados interiores indefinibles o melancólicos.
  6. Renovación métrica que supone la recuperación de versos medievales -el alejandrino-, y la popularización de otros, dodecasílabos, eneasílabos, etc. Rompiendo el ritmo versal, se ensaya el verso libre.
Los temas que más aparecen son los habituales del hombre: el sentido de la vida, el tiempo, la muerte, la naturaleza...
La tendencia a romper lo cotidiano y monótono se manifiesta en la evasión:
- Local: escenarios lejanos y lujosos, adornados con flores; bálsamos, joyas, perfumes exquisitos; ciudades cosmopolitas, especialmente París, abanico de culturas diversas; palacios suntuosos, rodeados de jardines fragantes y misteriosos...
- Temporal: temas históricos (Edad Media), legendarios.
Autores modernistas españoles son Salvador Rueda, Manuel Machado, Ramón María Valle-Inclán y Juan Ramón Jiménez.

 Ramón María del Valle Inclán 
Valle-Inclán
1866 - 1936
Nace en Villanueva de Arousa (Pontevedra) y estudia leyes en Santiago. Tras la muerte de su padre emigra a México, donde empieza a trabajar como periodista. De vuelta a Madrid, se relaciona con los escritores de su tiempo y decide dedicarse de lleno a la literatura. Se opuso al gobierno de Primo de Rivera, lo que le valió ser detenido en varias ocasiones, experiencia que aprovechó en sus obras. Al proclamarse la República es nombrado director de la Escuela de Bellas Artes de Roma. De allí volvió a Santiago con una grave enfermedad que acabó con su vida.

¿Qué escribe?
Cultivó diversos géneros con igual acierto, aunque con menos éxito en la poesía.

 Valle, novelista 
Las cuatro Sonatas -de Primavera, de Estío, de Otoño y de Invierno- fueron sus primeras novelas, digna muestra de la prosa modernista. Son cuatro aventuras del Marqués de Bradomín vividas en sitios y en épocas diversas y con distintas mujeres.
Los motivos folclóricos gallegos se asoma en Flor de santidad y en las Comedias bárbaras, escritas en forma dialogada.
La trilogía sobre la guerra carlista marca la transición.
Las novelas de la segunda etapa muestran un nuevo estilo, el grotesco o esperpéntico (deformación de la realidad), con el que caricaturiza mordazmente a la corte de Isabel II: La corte de los milagros, Viva mi dueño, Tirano Banderas.

 Valle, dramaturgo 
En el teatro sigue la misma evolución artística: parte de una etapa modernista hasta llegar al esperpento.
Divinas palabras es una tragicomedia que nos presenta el miserable mundo de las ferias pueblerinas. Las Farsas son obras en verso al modo del teatro de marionetas.
Los esperpentos son lo mejor de la obra de Valle-Inclán. En ellos su crítica de la sociedad española llega al máximo por la vía de la deformación grotesca. Su obra más celebrada, Luces de bohemia, es una caricatura sarcástica de España.

 Valle, poeta 
Claves líricas reúne toda su obra en verso, en la que su primer libro, Aromas de leyenda, sigue trazos modernistas en un idílico ambiente gallego; por el contrario, La pipa de Kif incorpora ya una visión crítica y caricaturesca.

En su etapa modernista (hasta 1920) brilla por el ritmo de la frase, musical y sonora, por su vocabulario suntuoso y su sobreabundante adjetivación. Posteriormente comienza su estilo esperpéntico, el más característico, con un dominio portentoso de la lengua y sus recursos, con los que consigue distorsionar la realidad para mostrar lo absurdo de la sociedad, del hombre.

Juan Ramón Jiménez
1881 - 1958
 Juan Ramón Jiménez 
Nace en Moguer. Persona de delicada salud, no pudo seguir estudios universitarios. Ya en Madrid, publica sus primeros versos, mientras alterna estancias en sanatorios con su actividad literaria. Ésta le puso en contacto con Rubén Darío y el Modernismo, los cuales ejercieron un fuerte influjo en su obra. Su esposa, Zenobia Camprubí, representó un papel muy importante en su vida, dado el talante enfermizo y nervioso del poeta.
Salió de España al estallar la guerra civil. Fue profesor de varias universidades norteamericanas, en La Habana y sobre todo en Puerto Rico. En 1956 recibe el Premio Nobel de Literatura. Muere dos años después.
Su personalidad, cierta altivez y el aislamiento que necesitaba para su labor de creación hicieron de él una persona retraída, encerrada en su "torre de marfil". Pero esto mismo lo convirtió en un esteta, un buscador incansable de la perfección y la belleza. Quizá se deba a esto su enorme influencia en la generación del 27.

¿Qué escribe?
En Juan Ramón Jiménez se asoman diversos estilos que van marcando su evolución desde la estética modernista hasta la poesía pura del final.
Primera etapa.- En sus primeros libros, Arias tristes, Pastorales, aparece una poesía intimista -sentimientos de melancolía, soledad-, al estilo de Bécquer, en la que predominan los romances.
El estilo más declaradamente modernista se manifiesta en Elejías y La soledad sonora, escritos en su mayoría en versos alejandrinos, sonoros y solemnes, ricos en imágenes sensoriales.
Paulatinamente va volviendo a la sencillez, y su libro Sonetos espirituales es el que marca la transición hacia una poesía más pura. Al final de esta etapa se encuentra Platero y yo, original composición poética en prosa, paisaje idealizado de su ciudad natal cargado de lirismo.
Segunda etapa.- El libro que abre este nuevo estilo es Diario de un poeta recién casado, en el que su poesía se va desnudando de adornos, alcanzando gran sobriedad. Mezcla felizmente la prosa y el verso. De sus libros posteriores destacan Eternidades y Piedra y cielo. Sus últimas composiciones son profundas meditaciones, intuiciones metafísicas: Dios deseado y deseante.

En la trayectoria de su poesía resulta evidente el paso de un subjetivismo total a una mayor abstracción, pero siempre recreando sus experiencias más personales e íntimas. Este proceso se manifiesta en su uso de la lengua, en su estilo gradualmente más sobrio y concentrado, más puro.