jueves, 8 de mayo de 2014

La poesía desde 1936

Después de la guerra, la poesía se desarrolló sobre todo en provincias, donde los poetas se daban a conocer a través de las revistas literarias.
Los poetas que habían comenzado a escribir antes de la guerra siguen publicando: Miguel Hernández, hasta su muerte en 1942, Luis Rosales, Luis Felipe Vivanco y Leopoldo Panero.
Esta poesía toma como referencia al poeta renacentista Garcilaso de la Vega, maestro en sencillez, gravedad y humanismo. Se vuelve a la estrofa clásica. Los temas son de tipo religioso y de amor.
Durante los años cuarenta aparece un libro como un trallazo que sacude las conciencias: Hijos de la ira, de Dámaso Alonso, que suscita como reacción una línea poética existencialista. Esta poesía desarraigada queda recogida en la revista Espadaña, y expresa una angustia metafísica de modo apasionado y vehemente. Los poetas buscan la libertad de formas y el verso libre y los temas giran en torno al ser del hombre. Los más destacados son Eugenio de Nora, Victoriano Crémer y el propio Dámaso Alonso.
A mediados de los años cincuenta, paralelamente a la novela, surge una poesía de contenido social, comprometida en favor del hombre frente a las injusticias sociales. Estos poetas optan por un lenguaje más directo y sencillo, porque se quieren dirigir a "la inmensa mayoría" para hacer una llamada a la paz y la solidaridad humana. José María Valverde, Gabriel Celaya y Blas de Otero son los más importantes.
Pasada la moda del realismo social vuelve la tendencia formalista de una poesía elaborada, culta, original. Sus representantes son Gil de Biedma, J.A. Goytisolo, J. Siles y Carlos Rodríguez.
Las últimas generaciones poéticas, durante las décadas de los setenta y los ochenta, muestran un afán de renovación y experimentación de nuevas formas. Desechando la sencillez garcilasiana por una parte y lo sensorial neobarroco por otro, vuelven su vista al surrealismo: escritura automática e imágenes ilógicas. Experimentan nuevas técnicas: el colage, con mezcla de elementos distintos (el cómic, la publicidad, el cine). Utilizan el verso libre y los temas -neorrománticos- cantan el amor, el paso del tiempo en ambientes refinados y decadentes, como la ciudad de Venecia. Destacan: Pere Gimferrer (escribe en catalán y en castellano), Antonio Molina, Luis Antonio de Villena.


Leopoldo Panero
1909 - 1962
 Leopoldo Panero  
Dedica su poesía a su entorno cercano: familia, amigos y, sobre todo, a Dios. Sus libros más conocidos: La estancia vacía y Escrito a cada instante.

EPITAFIO
Ha muerto
acribillado por los besos de sus hijos,
absuelto por los ojos más dulcemente azules
y con el corazón más tranquilo que otros días,
el poeta Leopoldo Panero,
que nació en la ciudad de Astorga,
y maduró su vida bajo el silencio de una encina.
Que amó mucho,
bebió mucho y ahora
vendados sus ojos,
espera la resurrección de la carne
aquí, bajo esta piedra.


Luis Rosales
1910 - 1992
 Luis Rosales 
Amigo de García Lorca, sus versos muestran una vuelta a las formas clásicas en Abril (1935). Su obra más importante es La casa encendida, donde retoma y recrea sus temas más queridos: la familia, el amor, la amistad, el tema religioso...

LO QUE NO SE RECUERDA
Para volver a ser dichoso era
solamente preciso el estipendio
de recordar.
Buscábamos
dentro del corazón nuestros recuerdos.
Quizá no tiene historia la alegría.
Mirándonos adentro
callábamos los dos.
Tus ojos eran
como un rebaño quieto
que agrupa su temblor bajo la sombra
del álamo.
El silencio
pudo más que el esfuerzo. Anochecía
para siempre en el cielo.
No pudimos volver a recordarlo.
La brisa era en el mar un niño ciego.


Gabriel Celaya
1911 - 1991
 Gabriel Celaya 
Gran amigo de los poetas del 27, especialmente de Lorca y Alberti, se dedica a la literatura, renunciando a su carrera de ingeniería. Su primera etapa sigue la línea de los del 27. Más tarde se define por la poesía social, donde resultó ser una de las voces más comprometidas. Sus principales libros son: Lo demás es silencio, Las cartas boca arriba y Cantos iberos.

TODO ESTÁ POR INVENTAR
¡Camaradas!,
salvemos las distancias,
venzamos las nostalgias.
Nuestras manos obreras, todas a una,
darán forma a la esperanza.
Hay que creer, resurgir.
La España que sufrimos fue un historia mal contada,
no su verdad hasta el fin.
Hoy me siento tan cargado de secretos no explorados
que domino el porvenir.
Todo está por hacer,
por inventar y alegrar,
por nacer.
Hay que volver a empezar
y descubrir como nueva la explosión primaveral [...].
Todo está por inventar.
Todo en España es anuncio.
Todo es semilla cargada de alegría floreal.
Todo, impulso no explotado
que podemos y debemos dar a luz y hacer real.

 Gloria Fuertes 
Gloria Fuertes
1917 - 1998

Muy original en los diversos géneros que ha ensayado: cuento infantil, poesía, teatro. Logra sorprender tanto por su forma, desenfadada y juguetona, como por la profundidad y ternura de sus sentimientos. Algunas de sus obras son: Antologías y poemas del suburbio, Que estás en la tierra, Obras incompletas ...

ORACIÓN
Que estás en la tierra Padre nuestro,
que te siento en la púa del pino,
en el torso azul del obrero,
en la niña que borda curvada
la espalda mezclando el hilo en el dedo.
Padre nuestro que estás en la tierra,
en el surco,
en el huerto,
en la mina,
en el puerto,
en el cine,
en el vino,
en la casa del médico.
Padre nuestro que estás en la tierra,
donde tienes tu gloria y tu infierno
y tu limbo que está en los cafés
donde los burgueses beben su refresco.
Padre nuestro que estás en la escuela de gratis,
y en el verdulero,
y en el que pasa hambre,
y en el poeta -¡nunca en el usurero!-.
Padre nuestro que están en la tierra,
en un banco del Prado leyendo,
eres ese Viejo que da migas de pan a los pájaros del paseo.
Padre nuestro que estás en la tierra,
en el cigarro, en el beso,
en la espiga, en el pecho
de todos los que son buenos.
Padre que habitas en cualquier sitio.
Dios que penetras en cualquier hueco,
tú que quitas la angustia, que estás en la tierra,
Padre nuestro que sí que te vemos,
los que luego te hemos de ver,
donde sea, o ahí en el cielo.


Pere Gimferrer
1945
 Pere Gimferrer 
Poeta que busca su inspiración, como los de estas últimas décadas, en el surrealismo, con sus imágenes ilógicas y sorprendentes. También se dedicó a la novela, a la crítica literaria y a la traducción.

LA MUERTE EN BEVERLY HILLS
¿Encontrarás a la maga?
- ¿Eres tú, amigo? -dije.
- Deséale suerte a mi sombrero de copa.
Una dalia de cristal
trazó una línea verde en mi ojo gris.
El cielo estaba afónico como un búho de níquel.
- Adiós, amigo - dije.
- Echa una hogaza y una yema de huevo en mi bombín.
Una bombilla guiñaba entre las hojas de acanto.
Mi corazón yacía como una roca en el Támesis.