domingo, 5 de julio de 2015

Las lenguas romances

El grupo de las llamadas lenguas romances tiene su origen en el latín, idioma hablado en la antigua Roma que se constituyó en lengua del Imperio Romano; se utilizó en todos los territorios dominados y desplazó a otras hablas propias de la Galia o de Hispania. Todavía en la Edad Media, cuando ya hacía tiempo que el Imperio había desaparecido, seguía siendo la lengua universal de la cultural occidental.




Dentro de las lenguas originarias del latín, o lenguas romances, se distinguen las siguientes:

1. Lenguas romances orientales
La lengua fundamental de este grupo es el rumano, que se habla en Rumanía y en parte de Hungría y de Ucrania. Cuenta con unos 19.350.000 hablantes. Muestra influencia del turco, tano en su léxico como en su fonética o en su morfología.

2. Lenguas romances occidentales
Se distinguen a su vez los siguientes subgrupos:
  • Italo-romance: La lengua más importante de este subgrupo es el italiano. Se habla en Italia, en parte de Suiza y, como dialecto, en Cerdeña (sardo). El italiano posee una fonética muy sencilla y, entre otras, la característica de formar el plural masculino en -i y el femenino en -e, lo que la diferencia de las demás lenguas romances occidentales, que realizan el plural en -s. Su literatura es enormemente rica e interesante; a ella pertenecen algunas figuras fundamentales para la cultura occidental como Dante, Petrarca o Boccaccio. En la actualidad hablan esta lengua unos 57 millones de individuos.
  • Galo-romance: Pertenecen a este subgrupo el provenzal y el francés. El provenzal, hablado por unos 8.200.000 individuos en Francia, en algunas zonas del norte de Italia y Mónaco, fue lengua literaria de primer orden durante la Edad Media: los trovadores la utilizaban en sus composiciones líricas y cortesanas. El francés se habla en Francia, Bélgica, Suiza, Luxemburgo, Mónaco, Italia, y países no europeos de antigua dominación francesa (Burundi, Camerún, Canadá, Chad, Guinea, Haití, Madagascar, Mozambique, Níger, Zaire o Vietnam). Es, además, vehículo de comunicación y de cultura entre hablantes de otras lenguas. Cuenta con unos 72.300.000 habitantes. Su cultura es de las más ricas e influyentes del mundo. La literatura francesa resulta fundamental, en muchas de sus etapas, para comprender la evolución literaria occidental: Molière, Racine, Voltaire, Baudelaire, Sthendal, Flaubert o Albert Camus son sólo unos pocos nombres de escritores franceses universales.
  • Ibero-romance: En este subgrupo está el portugués y todos los idiomas del Estado español, excepto el vasco: gallego, castellano y catalán. El portugués se habla, además de en Portugal, en Angola, Brasil, Cabo Verde, Guinea-Bissau, Macao, Madeira, Mozanbique, Sao Tomé y Príncipe, y Timor Este. Lo utilizan más de 138 millones de hablantes. Algunos representantes de su literatura, aparte los cultivadores de la antigua lírica gallego-portuguesa, son Camoens, Machado de Assís, Fernando Pessoa, José Saramago o Jorge Amado.